Excélsior |
La máquina del tiempo*: El fusilamiento de Maximiliano
Excélsior A estas horas sabíamos que el emperador ya estaba levantado, que el padre Manuel Soria y Breña lo había confesado –al igual que a Miramón y Mejía– y que, a estas horas, los tres estarían presenciado una misa con sus allegados más cercanos y testigos … |